Anna
Bella
Geiger


CIRCA
4ª Edición
18 de mayo al 16 de julio de 2006

Extracto del texto de la exposición. El texto completo está disponible en portugués y en inglés

Al encontrarse con una propuesta del Proyecto Respiración (Projeto Respiração), la artista intuyó que podría traer al centro de la escena de este ambiente tan impregnado por capas de tiempo, la idea de cómo construimos la memoria del tiempo: La Sala Renacimiento (Renascença) se transformó en un sitio arqueológico. Un sitio arqueológico es un espacio construido por superposiciones de capas de residuos materiales de diversas culturas pertenecientes a diferentes periodos de la historia de la humanidad. De la misma forma, el universo reunido por Eva Klabin es el resultado de una colección de obras de diferentes procedencias – en el tiempo y en el espacio – de la historia de la cultura y del arte. La sensibilidad plástica de Anna Bella Geiger nota las características del acervo de la Fundación Eva Klabin (Fundação Eva Klabin) y recalifica el alcance significativo de este tipo de coleccionismo al nombrar la instalación de Circa. Al trabajar con la idea de circa, Anna Bella Geiger opta por el sentido de imprecisión contenido en el significado de esta marcación del tiempo. En las palabras de la artista: “circa denota que en la marcación del tiempo los hechos pueden ser imprecisos, pero sus contenidos son precisos.” Circa establece una posibilidad de datación amplia que circunscribe el objeto en el tiempo, a partir de su contenido.

Al horizontalizar el tiempo (circa) y verticalizar el espacio (sitio arqueológico), Anna Bella Geiger nos aproxima a la percepción contemporánea de tiempo y de espacio liberado por la era virtual. En la casa museo de Eva Klabin, las obras respetan una ordenación determinada por la coleccionadora, que decidió agrupar, en un mismo espacio, obras que pertenecen a diferentes tiempos y que proceden de diferentes culturas y regiones. Esta imprecisión tiempo-espacial, que rompe la cronología y la geografía esperadas, reviste e impregna los objetos de la colección de la precisión del sentido establecido por la singularidad de la opción de la coleccionadora en presentarlos de esa forma. La imprecisión, en este caso, se convierte en guardiana del sentido.