colección oriental
La civilización china, una de las más antiguas, produjo objetos que representan el grado del desarrollo cultural alcanzado por su sociedad desde los tiempos más remotos. Muchos de ellos son objetos funerarios, encontrados en túmulos y excavaciones, que contribuyen para definir los periodos y determinar las procedencias.
Durante décadas y en varios viajes, Eva Klabin reunió importantes objetos de China, y también de Birmania, de Camboya, de India, de Indonesia, de Japón, de Tailandia y del Tibet. Se incluyen en ese precioso acervo piezas que van de la Edad del Bronce al siglo 20, la mayoría usada en las ceremonías de culto a los antepassados.
De la remota dinastía Shang (1557-1050 a.C.), caracterizada por el uso del bronce, se destacan dos cálices de vino para libación y un vaso ritual tipo Kuei, para guardar cereales, la más antigua entre las piezas chinesas reunidas por la coleccionadora. Campanas, vasos rituales y un espejo, todos en bronce, representan la dinastía Chou (1049-220 a.C.).
De la dinastía Tang (618-907), se notan objetos de terracota: estatuillas de guardianes de túmulos, de damas y dignatarios de la corte, de flautistas y de animales, por ejemplo, el imponente caballo de pata levantada o la joya de la colección, el Camello con dama montada, pieza que remonta a la Ruta de la Seda y cuya figura femenina, de rostro rechoncho, representa el patrón de belleza de la época – el tipo físico de una emperatriz.
De la dinastía Ming (1368-1644), hay esculturas de madera, representando divinidades budistas con tiaras, aderezos y ropajes drapeados – los Bodhisattvas -, la figura de un mandarín de cerámica vitrificada, vasos de colores vivos como la “sangre de buey flambeado” y los esmaltados en cloisonné.
Dos esculturas de porte se destacan en la colección: la figura de Kuan-In de madera, de la dinastía Song (907-960), divinidad de la compasión y de la misericordia, y el Buda adorador de metal dorado, con las manos levantadas y abiertas, pieza tailandesa del comienzo del siglo 19.
Aun se encuentran objetos ornamentales de jade y vasos de fina cerámica del periodo Q’ing (1644-1912).
Otros objetos varios de madera y metal – estatuetas de budas, divinidades indianas, aves y peces, rollos de pintura en seda sobre papel de arroz -, y de cerámica, porcelana y laca,completan la colección que tiene cerca de una centena de piezas, revelando la fascinación que la civilización y el arte oriental ejercían sobre la coleccionadora. La Colección Oriental de Eva Klabin se concentra en la sala China, pero se distribuye, también, por casi todos los otros ambientes de la casa.