Regina
Silveira


INSOLITUS

Proyecto Respiración
21ª edición
27 de septiembre de 2016 al 29 de enero de 2017

Rio, 5 de agosto de 2016.

Querida Regina,

Hace exactamente diez años, en 2006, hice una entrevista comentada contigo para  la exposición “Luz zul”, que hicimos en el Centro Cultural Telemar, hoy, Oi Futuro, en que hago la siguiente observación en referencia a tu respuesta para la pregunta de cómo tu veías el tema de lo insólito y del sorprendimiento, que yo identificaba en tu obra:

Lo insólito, el sorprendimiento y la perplejidad son dimensiones que el tiempo fragmentado de la contemporaneidad ha engullido de forma tan abrumadora que tal vez aún no hayamos evaluado las consecuencias nefastas que esto representará en el futuro. Estos elementos son la fuente de lo poético, de lo filosófico y de la imaginación creadora de la ciencia. Es una dimensión sin la cual es duro vivir.

Pasados diez años, estoy sorprendido por el título que le diste a tu intervención en la 21ª edición del Respiración (Respiração): Insolitus. Tú me hiciste notar que aquella exposición de 2006 mantiene un vínculo con esta intervención, que se fue infiltrando de forma subterránea a lo largo del tiempo, y se manifestó a través de las conversaciones que tuvimos y que, de alguna manera, condujo tu intuición / determinación primera de transformar la mesa y las sillas del comedor en un objeto peludo negro; un objeto insólito al crear la obra Mutante l. Esta idea fue tomando cuerpo y permitió que yo notase con más contundencia el lado negro presente en el conjunto de tu obra; recuerdo aquí los trabajos con sombras como contrapunto poético metafórico a los trabajos que manejan la luz, y como identificación de la ausencia que todo cuerpo proyecta para más allá de sí mismo.

En el texto del catálogo de 2006, hice referencia a una parábola judaica que habla de los dos fuegos que escribieron las piedras de la ley: el fuego negro, que diseñó las letras tal como las leemos, y el fuego blanco, que creó el espacio entre las letras que nos permite leerlas.  Y afirmaba, entonces, que hoy leemos el fuego negro y que llegaría el día en que conseguiríamos leer el fuego blanco y que nuestra percepción de la realidad cambiaría integralmente. De la misma forma pienso que la sombra, en el conjunto de tu obra, puede ser percibida como una presencia inmaterial que se proyecta para más allá del cuerpo material, como también una presencia que proyecta el vacío subterráneo de este mismo cuerpo.

Para mí Insolitus puede ser leído de dos maneras, como una paradoja que nos desafía, tal como los fuegos y la sombra: como explicitación del vacío subterráneo de nuestra sociedad actual, sin rumbo, que hace aflorar las pulsiones negativas de un mundo incierto e inseguro, y como un aliento de esperanza – un llamamiento – que nos dice: sorpréndanse con lo insólito!  La extrañeza y la perplejidad que él desencadena son una llamada a la esperanza. Estén atentos y tengan cuidado con las fuerzas insidiosas que nuestras opciones nos están llevando y tendremos que encontrar salidas porque el incómodo y el malestar actuales son grandes.

Lejos de mí querer dar un ropaje político divulgativo a tu intervención, sé que esa no es y nunca fue tu intención, al contrario, veo en ella una dimensión espiritual. Generosa. Mundus admirabilis es una infestación de insectos gigantes que cuidan la fachada de la casa museo Eva Klabin, así como Dark swamp (nest), en el Salón Renacimiento (Renascença), en que un huevo negro de 180 cm de altura brota de un pantano de cocodrilos, produciendo una percepción de sorprendimiento insólito que nos deja perplejos y reflexivos sobre lo que se generará desde allí. Todo esto teniendo como fondo el sonido de helicópteros y mosquitos, que vienen de la obra Fábula ll, en el alto de la escalera de la entrada principal, como referencia perturbadora al mundo de los insectos y a la película de Francis Ford Coppola (Apocalypse now), cuyas últimas palabras son: “El Horror. El Horror. El Horror”. Tú creas, de esta manera, un paisaje sonoro que imanta el espacio de la residencia dando coherencia poética a tu intervención.

Poder conservar la reflexión en este momento de incertidumbres que el mundo atraviesa, perdidos que estamos entre un territorio conocido, pero que sabemos sin futuro, y un deseo de algo nuevo, pero inseguros por lo desconocido; permitirnos interrumpir el flujo del cotidiano y a partir de tu intervención reflexionar sobre nuestros descaminos es, para mí, esperanza.

Esperanza en el sentido de que estamos en una travesía entre dos mundos, entre dos escritas, entre dos fuegos y tendremos que optar sin miedo: nos aferramos a lo conocido y repetimos los mismos errores del pasado o nos aferramos a la esperanza, incluso sin saber con certeza para donde ella nos llevará, y arriesgamos con la certidumbre de que no queremos más lo que allí está y que lo desconocido nos traerá un nuevo camino.  Ansiamos por un cambio espiritual: Insolitus nos trae la crudeza de una realidad substantiva, que tú obra es capaz, al explicitar, materializándose en la superficie del mundo, las angustias de nuestra sociedad actual.

Sólo el arte y la filosofía son capaces de tal hecho porque tienen los medios espirituales para tal; no temen lo desconocido y no tienen miedo de poner el dedo en la llaga. Espero que las personas que entren en contacto con más esta intervención en el acervo de la casa museo Eva Klabin noten que lo que se está proponiendo desde el inicio mediante el proyecto curatorial y que tú, Regina, supiste expresar con tanta propiedad, al radicalizar la idea de intervención de la propuesta original del Respiración (Respiração), es la necesidad de desestabilizar para encontrar nuevo equilibrio. Al desestabilizar los códigos de una residencia, en que la tranquilidad doméstica es perturbada por su imaginario, tú creas una metáfora contundente de los tiempos actuales.

Querida Regina, sólo los artistas son capaces de antever el futuro, no que esto sea un mérito en sí mismo, una vez que el futuro llegará independientemente de lo que sea, pero al traer consigo esta potencia conservan la única certeza posible que es la claridad de la constatación. ¿Qué quiero decir con esto? Es que el cuerpo del artista es una especie de vehículo de los tiempos que se están metamorfoseando, que se expresa por medio de las obras de arte.  La obra es más importante que el artista; ella es un rayo X del tiempo de su actualidad; es capaz de crear mediante las sensaciones de identificación/empatía (Worringer) una percepción de evidencia, que es un bloque de sensaciones (Deleuze), dejando el misterio de cada época más transparente.

La obra Mutante ll, que tu creaste especialmente para el Respiración (Respiração), explicita el proceso del arte como metamorfosis del tiempo, a la cual me estoy refiriendo. A través de esta obra podemos sorprender de manera cristalina como ocurre la metamorfosis de la forma: se presenta un carrito de te común en proceso de transformación para un carrito de te peludo, explicitando de manera casi animada este proceso.

La obra de arte es evidencia de su propio tiempo y crea la transparencia necesaria para que entendamos el diagrama que compone su contemporaneidad. Estoy convencido que fue eso que tu conseguiste realizar. Por eso Regina, admiro la intervención Insolitus y su lenguaje substantiva, y soy grato al feliz encuentro que tuvimos al reunir trabajos nuevos y otros ya existentes, que refuerzan el sentido mayor de tu obra y de la propuesta originaria del Proyecto Respiración (Projeto Respiração), que es el de crear reflexión sobre aquello que está establecido, inmovilizado por el tiempo, que la propia condición de una casa museo impone a los objetos y a la colección que abriga.

Con mi afecto,

Marcio