la casa museu
La Fundación Eva Klabin nació del deseo de la coleccionadora de legar el precioso acervo reunido a lo largo de toda una vida a la ciudad de Río de Janeiro.
La Fundación fue creada en 1990, un año antes del fallecimiento de su idealizadora instituidora, con la finalidad de crear y mantener un museo, además de desarrollar actividades culturales, artísticas, históricas y científicas. Por su tipología, es una casa-museo, instalada en la residencia donde Eva Klabin vivió por más de 30 años.
Comprada por Eva Klabin en 1952, la casa data de 1931, siendo de las primeras residencias de la entonces recién urbanizada Laguna Rodrigo de Freitas. Sus dimensiones eran modestas y su estilo normando fue un modismo característico de la época, bastante empleado en las casas “de balneario” de la ciudad. Aún en 1952 Eva y su marido encargaron un proyeto al arquitecto romano, Gaetano Minnucci, que presentó soluciones dentro del espíritu clásico, con fachadas e interiores palacianos.
La idea de demolir la casa original para construir una nueva no fue llevada adelante, pero, en el comienzo de los años 60, ya viuda, Eva Klabin decidió emprender una revolución en la cas original y, a pesar de mantener el estilo, hizo una gran reforma de ampliación adaptándola para recibir la colección que crecía a cada día. La reforma, entregada a una respetada firma de ingenería carioca, duró siete años, periodo en que Eva se instaló en su apartamento en la Av. Atlántica, en Leme. Persona de buen gusto y detallista, la propietaria encargó los más finos materiales y cuidó de cada detalle de acabamiento, haciendo alteraciones a lo largo de la obra, hasta quedar todo enteramente de su agrado.
De vuelta a la casa de la Laguna, en 1967, se convirtió en una gran anfitriona y pasó a dedicarse, aún con mayor entusiasmo, a la colección. La idea de crear la institución que perpetuaría su obra y guardaría su colección para ser compartida con el público comienza a madurar. En la década de 1980 se rodeó de profesionales que comienzan a inventariar e investigar el acervo, tomó todas las medidas legales para la creación de la fundación y, al fallecer en 1991, dejó para las futuras generaciones un bien incalculable.
La Fundación Eva Klabin fue oficialmente abierta al público por el entonces ministro de la Cultura, Francisco Weffort, el 22 de agosto de 1995.
Eva Klabin decidió, en vida, nombrar los ambientes de la casa por los cuales la colección se distribuye. Cada uno de ellos guarda su marca y, por voluntad de la coleccionadora, permanece como ella los dejó.