Maria
Nepomuceno

Extracto del texto de la exposición. El texto completo está disponible en portugués y en inglés

Maria Nepomuceno es solar. Para ella el quehacer táctil y artesanal es fundamental. Es este elemento que hace su obra pulsar. Por eso denominó Pulso su intervención, refiriéndose tanto al pulso como una parte del cuerpo humano importante en el movimiento del quehacer de las manos, como también al pulso de pulsación de las fuerzas del universo. Ella parte de estructuras sencillas – el hilo (las cuerdas) y el punto (las cuentas) que, cosidas en forma de espiral, permiten que ella construya planos, que se desdoblan en superficies topológicas, que tienden a expansión infinita. Hay en su trabajo un movimiento de contracción y expansión. La contracción es el propio quehacer que delimita el espacio y propicia la expansión, que es el territorio que está por debajo y más allá de su quehacer y que se remite a los flujos de la naturaleza y de la cultura. La artista busca, a partir de una estructura orgánica, una forma que se metamorfosea para dar cuenta de los flujos de la naturaleza y de la cultura de nuestro entorno, dando expresividad al tema de lo que es local y de lo que es global.