Carlito
Carvalhosa


REGLA DE DOS

13ª edición
26 de abril al 26 de junio de 2011

Extracto del texto de la exposición. El texto completo está disponible en portugués y en inglés

La Fundación Eva Klabin (Fundação Eva Klabin) es un espacio en suspensión. Afuera del tiempo: un tiempo de espera. La ausencia hoy habita la casa, enyesada en un orden que el coleccionismo impuso. Me pregunto si el primer impulso de Carlito Carvalhosa delante de la colección y de la casa, al comentar que se sorprendía de que debería haber – pero no encontraba – una tensión entre la naturaleza distinta de los objetos y la ordenación impuesta a ellas por la coleccionadora porque todo parecía igualarse, no sería la percepción de la presencia de la ausencia.

¿Cómo “competir”, entonces, con la idea de acúmulo de formas cuando la obra de Carlito Carvalhosa trata de la disolvencia de las mismas. La solución que encontró fue la de que un mismo objeto banal: un vaso decorativo, por ejemplo, se repetiría y se acumularía de tal manera y en tal cantidad que, en lugar de disolver las diferencias, las destacaría.

La idea inicial de los vasos decorativos evolucionó y él encuentra una solución fantástica. Ellos no son más iguales, pero diferentes entre sí, se esparcen por el suelo ye se transforman también en soportes que elevan los muebles centrales de la Sala Renacimiento (Sala Renascença), que recibe sobre el suelo una alfombra hecha de luces fluorescentes, creando una sensación de suspensión y casi levitación.

Carlito Carvalhosa lleva la luz para otros ambientes de manera intensa, para la sala Inglesa y para el pasaje entre el Comedor y la Sala China, como si quisiese cegar por el exceso de luz, deshaciendo la profundidad del espacio y permitiéndonos experiencias más próximas del flujo del tiempo, que se produce en nuestro cuerpo interior.